DEL ICEBERG A LA CASA: METÁFORA DEL CLIMA ORGANIZACIONAL

Cultura y clima organizacional, dos caras de una misma moneda pero con una diferencia clave para trabajar en las organizaciones.

Muchas veces cuando conocemos a nuestros clientes por primera vez nos toca explicar o bien reforzar la diferencia entre medir la cultura y el clima de una organización. No todas las personas están familiarizadas con los conceptos y, suele ser multívoco el entendimiento que trae o se tiene sobre la “cultura” y el “clima” organizacional. En general se suele utilizar la ya conocida figura del “iceberg”, donde decimos que el “clima” es lo manifiesto: la punta del iceberg más visible en la superficie y, debajo de está superficie, invisible, se encuentra todo lo subyacente, lo profundo, lo que tal vez no podemos ver con tanta facilidad y, que solemos llamar “cultura”. Que no lo podamos ver con facilidad, igualmente no quiere decir que no esté, al contrario, está y, algunas veces esa profundidad es desconocida.

Medir el clima se parece mucho más a entrar a una casa

Aprovechar el espacio de la web para “reconvertir” la analogía del iceberg y cambiar el ejemplo. ¿Cuántas veces vimos un iceberg? creo que la mayoría lo debe haber visto en películas o en algún viaje. Por eso, traemos un ejemplo mucho más cercano: Creo que medir el clima se parece mucho más a entrar a una casa: conocer sus espacios, sus ambientes, su decoración, abrir más “intimidad”: ver qué hay en las alacenas, heladera, y voy a conocer más sobre esa casa, pero lo que es realmente clave y revelador es conocer lo que le da “vida” a esos espacios: sus habitantes porque ellos son los que le dan sentido a ese espacio, y hacen que esa casa sea como sea, eso seria conocer a los equipos de las empresas. Los que le dan la impronta, el estilo, y por supuesto esto incluye también conocer a los líderes.

La Técnica que utilizamos

Para conocerlos, muchas se hacen uso de encuestas, y así logramos escala en cantidad de entrevistados. Además se utilizan técnicas cualitativas de entrevistas o grupos focales y se valen de ejercicios proyectivos para así ir delineando lo que les pasa y, como viven, como quieren transformar (o no) en esa casa y cómo quieren transformarse ellos mismos para hacer de su lugar, un mejor lugar. Otras veces se realizan observaciones participantes y no participantes en las compañías.

 ¿Alguna vez te pasó que tenias ganas de arreglar algo en la casa pero no sabías por dónde empezar? Tenes intuiciones o “crees que conocer “sobre tu organización y aún no sabes en qué intensidad está sucediendo? Pasa también otras veces que me comentan desde áreas de Recursos Humanos: “¡los indicadores dan bien!” Y, yo les repregunto, “Qué de bien, significa que realmente está todo bien?, ¿Está todo bien en igual medida para todos en la organización?, ¿Hay alguna latencia?, ¿Cómo es tu estructura de dotación que responde tus encuestas?”

Todas las organizaciones que nos permiten entrar a sus “casas”, saben que quieren encontrar su mejor versión, llegar a esa mejor versión, depende de las personas, sin lugar a dudas.

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